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EL HIERRO

La isla de El Hierro brinda infinidad de posibilidades para los aficionados a la fotografía de la naturaleza por su diversidad de especies de flora y fauna, algunas de ellas únicas. La variedad de ambientes es un atractivo para todos aquellos que les gusta la fotografía de paisajes naturales. Por otro lado, la ubicación de la isla dentro del Archipiélago, lugar por donde se pone el sol, da la posibilidad de hacer imágenes de puestas de sol usando luces cálidas y contraluces.

Para los fotógrafos submarinos, la posibilidad de bucear en nuestras aguas durante casi todo el año, les proporcionan la oportunidad de fotografiar en lugares que poseen una rica y variada diversidad de especies de flora y fauna marina, algunas de ellas con poblaciones muy reducidas en el resto del Archipiélago.

Durante la noche, la poca incidencia de la contaminación lumínica en las cumbres y la cara oeste de la isla, nos permite realizar bellas imágenes de la vía láctea, de las diferentes constelaciones, de las formas de la rocas tras el ocaso e incluso de la silueta de las montañas y vegetación.

Para los fotógrafos de la vida salvaje, las aves son el principal atractivo con alrededor de cincuenta especies de aves nidificantes. En la Isla encontrarás algunas de ellas que son verdaderas joyas aladas. Únicas en Canarias o en El Hierro como las palomas turqué, el mosquitero canario, el reyezuelo de Tenerife; o de la macaronesia como el bisbita caminero, el canario o el rápido vencejo unicolor. Los reptiles con tres especies, los mamíferos con algo más de media docena y todo un ejército de invertebrados terrestres ofrecen al fotógrafo infinidad de motivos para recorrer este lugar a pie con la cámara en mano.

En El Hierro se pueden realizar excelentes imágenes durante todo el año. Numerosos motivos pueden encontrarse desde la cumbre a la costa. Los limpios cielos invernales permiten dar intensidad a los verdes y azules predominantes en esta época. La primavera es la época con mayor diversidad de colores, centenares de plantas florecen aportando una sensación de arcoíris multicolor. Es un periodo excelente para la macrofotografía usando como temas las flores o los invertebrados que visitan las flores. El verano, especialmente los meses de junio y julio, son los mejores para realizar fotografía de aves con nuestros teleobjetivos de 300 mm, 400 mm o más. Es la época en la que el campo esta repleto de aves jóvenes que han volado de los nidos durante las últimas semanas, periodo en el que debemos extremar las precauciones para impactar lo menos posible sobre ellas. En el otoño dominan los marrones y ocres, es la temporada ideal para fotografíar setas y bodegones naturales, aprovechando ramas secas, hojarascas u otros elementos muertos en medio del bosque.

En definitiva, con equipos muy ligeros, puedes realizar imágenes excelentes en un lugar único, un auténtico escenario de lujo para disfrutar de la fotografía, pero que requiere ser cuidado y mimado para las generaciones futuras. Por ello, debes extremar las precauciones, cumplir la normativas, aplicar el código ético del fotógrafo de naturaleza y solicitar las autorizaciones necesarias para fotografiar vida silvestre dentro de los espacios naturales protegidos de la isla.

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